Se trata de una masa aromatizada con canela y anís (esa influencia árabe que para algunos no tiene importancia), así como con vino y manteca de cerdo (ahí si que la influencia árabe es ya menos palpable). Según la zona se parecerá más a un polvorón, o tendrá una textura ligeramente hojaldrada. Entre dos capas de esta masa se dispone un relleno de cidra.Cidra (con c) es el nombre de la calabaza de dónde sale el cabello de ángel.

Es una receta tradicional en las provincias de Sevilla y Cádiz, así como en zonas limítrofes de Córdoba (la mencionada Écija, sin ir más lejos) y hasta en Granada. En general no es difícil de encontrar en la mayor parte de Andalucía, pero su zona central de producción podríamos establecerla en ese eje Écija-Sevilla-Cádiz.

  La tradición del cortadillo se une a las actuales motivaciones de los consumidores sin renunciar a su sabor y textura originales. Los cortadillos integrales sin azúcar se hacen con más fibra, con menos índice glucémico, con aceite de girasol y con un 17% menos de calorías que el cortadillo original.